01. Primera propuesta de trabajo: autorretratos

PROPUESTAS AUTORRETRATO

 

Comenzaremos por las presentaciones.

Os proponemos una serie de autorretratos. Y decimos autorretratos y no “selfies” porque pensamos que estos dos conceptos no siempre tienen mucho que ver, a pesar de que “selfie” (o selfy) venga de la palabra inglesa para autorretrato, “selfportrait”. Aunque, tal vez, haya a quien le pueda parecer una división arbitraria y artificial, aquí vamos a diferenciar los dos conceptos.

a) Los selfies surgen como un fenómeno ligado a las redes sociales y se hacen fundamentalmente para ellas, los autorretratos no necesariamente.

b) Los autorretratos tratan acerca de quién eres, los selfies de lo que haces en este momento. Un autorretrato debería referirse al propio autor, es decir a su identidad y a su propia definición, mientras que un selfie suele aludir a un estado pasajero en un determinado momento. Con el permiso de Ortega y Gasset, podríamos decir algo así como: «mi autorretrato soy yo y mis selfies mis circunstancias». Pero, insistimos, los selfies tratan de circunstancias momentáneas, (mis pies en una maravillosa playa, yo con la paella que me voy a comer, yo con el/la famoso/a con quien me acabo de encontrar…), porque existe una variante del autorretrato, la autobiografía, que sí que explora las circunstancias vitales, los contextos, lo que ha influido o influye en lo que eres.

c) Aunque la moda de los “selfies” nos parezca un fenómeno sociológicamente fascinante, no lo es tanto desde el punto de vista de la fotografía creativa, ya que generalmente se nutren de estereotipos que se repiten como clones por las redes sin planteamientos de ningún tipo, mientras que un autorretrato debería ser algo consciente (no necesariamente planeado, pero sí fruto de algún tipo de reflexión o cuestionamiento, aunque no sea en el momento de hacer la foto)

 

Así pues, te vamos a invitar a que nos hables de ti trascendiendo los selfies. Para hacerse un autorretrato se puede recurrir, por supuesto, a espejos o a dirigir la cámara hacia sí mismo y accionarla con un cable disparador o el temporizador. También se puede hacer un “autorretrato asistido”, es decir, planear la foto y pedir a alguien que apriete el disparador.

 

Estas son nuestras propuestas:

1. Un autorretrato (de rostro o de cuerpo entero) que te describa, es decir, donde se defina cómo eres (tanto física como aní Intenta reflejar cómo consideras que eres: alegre, melancólico, vitalista…). Busca un fondo liso o desenfócalo y saca del encuadre cualquier cosa que lo contextualice, no debe de haber ninguna referencia ni al lugar ni al momento en el que ha sido hecho. La cámara y tú, solos.

2. Fotografía una parte de tu cuerpo (la cabeza y el rostro lo consideramos como tal, también la sombra), que te guste especialmente o que detestes, pero aquí juega con las formas, con las luces y las sombras… convierte un fragmento tuyo en una excusa para la búsqueda estética.

3. Haz un “autorretrato ausente”, en donde no aparezcas físicamente pero en el que te sientas reflejado (un objeto, un rincón, un lugar…)

4. Fotografíate representando un rol, sé otro/a o asume el papel de miembro de un colectivo del que te sientas parte (o no) o del que te gustaría formar parte (o no). Se trata de que te uses a ti mismo/a como modelo para representar a alguien que no seas tú o que represente simbólicamente a más gente como tú.

5. Con un conjunto de no más de 8 fotos cuenta tu vida, actual o pasada, tus circunstancias, tu gente, tus espacios, tus dedicaciones…